
Los antibióticos son esenciales para tratar infecciones bacterianas, pero su uso inadecuado puede causar más daño que beneficio.
Las organizaciones de salud advierten que automedicarse o tomarlos para virus como la gripe contribuye al aumento de la resistencia bacteriana, un problema que pone en riesgo la eficacia de estos medicamentos en todo el mundo.
Los antibióticos son útiles y necesarios cuando se trata de infecciones bacterianas comprobadas. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y MedlinePlus destacan que solo un diagnóstico médico puede determinar si un cuadro clínico requiere este tipo de tratamiento.
Entre las enfermedades más comunes que pueden requerir antibióticos se encuentran:
Faringitis estreptocócica (infección de garganta causada por bacterias).
Tos ferina.
Infección del tracto urinario (ITU).
Neumonía bacteriana.
Infecciones cutáneas o de heridas contaminadas.