
Un nuevo estudio explica cómo el sistema inmunitario se transforma con la edad, afectando vacunas y defensas.
Una nueva investigación publicada en la revista Nature Aging ofrece información detallada sobre la manera en que el sistema inmunitario se remodela a lo largo de los años, respaldada por datos clínicos, biomarcadores y estudios de población.
Cuando las personas son jóvenes, el sistema inmunitario tiene células listas para reconocer invasores, una buena “reserva” de linfocitos vírgenes y una respuesta eficiente. Con el paso de los añosse cubre de sedimentos que lo entorpecen. Un nuevo conjunto de evidencias muestra que esa ralentización no es solo una metáfora.
En el estudio de Immunity & Ageing encontraron que ciertos subconjuntos de linfocitos T vírgenes (marcados como CD31 +) disminuyen de modo más estrechamente asociado a una baja respuesta a vacunas que a la edad cronológica en sí.
Ese hallazgo resuena con lo que otras revisiones llaman «inmunosenescencia»: la pérdida progresiva de capacidad del sistema inmunitario para responder con rapidez y adaptabilidad.