Consumo de refrescos vinculado a la depresión

El consumo frecuente de refresco se relaciona con depresión al alterar la microbiota intestinal, según nueva evidencia científica publicada en 2025.

El refresco podría causar depresión a través de la microbiota intestinal, una vía inesperada que la ciencia está empezando a descifrar con datos preocupantes.

Un estudio publicado en JAMA Psychiatry en septiembre de 2025, dirigido por investigadores de la Universidad de Zhejiang, encontró que el alto consumo de refrescos azucarados altera significativamente la composición del microbioma intestinal, lo que podría desencadenar procesos inflamatorios y neuroquímicos asociados con síntomas depresivos.

El nuevo estudio observó que personas que consumían más de una porción diaria de refresco tenían una menor diversidad de bacterias beneficiosas, particularmente del género Faecalibacterium, conocido por sus propiedades antiinflamatorias. Esta disbiosis se asoció con un aumento del 30 % en el riesgo de depresión moderada a severa.

Además, la alteración en la microbiota afecta la producción de serotonina, el neurotransmisor de la “felicidad”, gran parte del cual se sintetiza en el intestino gracias a la actividad microbiana.

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