
La pérdida de audición es un problema común, especialmente en adultos mayores, y su riesgo aumenta con la edad, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, puede ser el resultado de varios factores como la falta de atención médica.
Si no se trata, la pérdida de audición puede empeorar, generando dificultades en las conversaciones con familiares, limitando la comunicación y aumentando el riesgo de aislamiento social.
El primer paso para cuidar tu oído es reconocer las señales de alerta y saber cuándo buscar la ayuda de un especialista.
La señales más claras de pérdida de audición, según los Institutos Nacionales de Salud en EU (NIH) y el Servicio Nacional de Salud británico (NHS):
Si cuesta seguir una conversación cuando están hablando más de dos personas o si hay mucho ruido de fondo, estás ante una señal clara de alerta.
Subir mucho el volumen de la televisión o radio, lo que molesta a otras personas a tu alrededor y genera conflicto en casa.
Escuchar zumbidos, rugidos o silbidos (tinnitus), un síntoma que puede ser el primer indicio de pérdida de audición en adultos.
La sordera súbita, o pérdida de audición que ocurre sin explicación y de forma rápida, es una urgencia médica que requiere atención inmediata.