
La flema verde suele aparecer cuando el sistema inmune trabaja contra algún virus; el antibiótico solo se valora si el cuadro empeora o dura más de 10 días.
La mucosidad nasal y pulmonar suele ser clara, ligera y acuosa, en resfriado o gripe, ese moco se espesa y cambia de color, volviéndose amarillo o verde.
El color aparece porque en el moco se acumulan células del sistema inmune, restos de virus o bacterias, proteínas y enzimas que se liberan mientras el cuerpo pelea la infección.
Mayo Clinic explica que el verde suele relacionarse con un aumento de ciertas células defensivas (como los neutrófilos) y sus enzimas; es una señal de batalla, no un diagnóstico automático.
Este es el mito más común, el cambio de color puede ocurrir tanto en infecciones virales (resfriado, influenza, COVID-19) como en bacterianas (por ejemplo, algunas neumonías).